El Día Internacional de la Infancia es un día para celebrar todo lo que se ha conseguido, pero también es una forma de recordar lo que aún queda por hacer para que todos los niños, niñas y adolescentes, sin distinción, puedan disfrutar de sus derechos.

En las últimas décadas, se han conseguido grandes logros a nivel mundial, como el "derecho a los servicios esenciales" en relación a la nutrición y el acceso a agua potable, gracias a ello la mortalidad infantil se ha reducido a más de la mitad, así como una educación que ha permitido romper el círculo de la pobreza.

Sin embargo, el mundo sigue siendo un lugar muy injusto y peligroso para millones de niñas, niños y adolescentes que se enfrentan a una vida de falta de oportunidades y al riesgo de sufrir violencia y/o maltrato: "derecho a estar seguro" y "derecho a ser valorado, respetado y tratado con justicia".

Precisamente uno de los grandes retos para la infancia es la violencia, ya que 1 de cada 2 niños ha sufrido algún tipo de violencia en algún momento de su vida. También en nuestro municipio es un desafío, proteger a la infancia frente a la violencia es responsabilidad de todos y todas. El daño que produce la violencia contra la infancia puede afectar a lo largo de toda la vida del niño o la niña, y en varias dimensiones, tanto cognitiva, como física o emocional. Por ello, es fundamental llegar antes de que dicho daño se produzca.

El Día Internacional de la Infancia es un día de acción para, con y por, los niños, niñas y adolescentes. Un día para conmemorar la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), el 20 de noviembre, en esta ocasión centrado en promover un compromiso de todas y todos, para que niños, niñas y adolescentes vivan en entornos seguros y protectores libres de violencia.

Es también un día para avanzar en el compromiso de que los niños y niñas y adolescentes participen y jueguen, por lo que, no debemos olvidarnos del "derecho a ser niño/a" y de la importancia del "derecho a ser escuchado/a" y este día el objetivo es escuchar más alto que nunca la voz de la infancia y la adolescencia.