Sábado, 19 de agosto de 2023
El Ayuntamiento de Calvià reclamará al Consell de Mallorca el patrimonio arqueológico del Puig de sa Morisca que se expondrá en el nuevo museo
Se trata de 260 piezas que, según el coordinador del museo, no son más que la «punta del iceberg»
El Ayuntamiento de Calvià reclamará al Consell de Mallorca que los objetos hallados en las excavaciones del Puig de sa Morisca retornen al municipio. Así lo ha anunciado el alcalde del municipio, Juan Antonio Amengual, que no duda de la buena sintonía entre ambas instituciones para que el patrimonio arqueológico acumulado a lo largo de más de medio siglo de excavaciones —ahora depositado en el Museo de Mallorca— pueda exponerse en el Museo del Puig de sa Morisca, participado por una fundación integrada por Ayuntamiento (50%), Consell de Mallorca (25%) y Gobierno de las Islas Baleares (25%). El enclave del Puig de sa Morisca es el parque periurbano más grande del municipio con una superficie de 45 hectáreas que dan cabida a un abundante patrimonio arqueológico, etnográfico, natural y paisajístico en el que destaca el yacimiento principal datado en la Edad de Hierro de entre aproximadamente los años 900 a 123 antes de Cristo. También se encuentran vestigios púnicos, talayóticos e islámicos.
«Estamos a punto de abrir, esperamos que en unos meses, tan pronto se pueda. Tanto el museo como la zona del Puig de Sa Morisca son un gran desconocido para los propios calvianers. Trabajamos en un acuerdo con el Consell de Mallorca para traer al municipio los objetos arqueológicos que quedarán a disposición de los residentes y de los turistas», ha dicho Amengual».
El coordinador de Puig de sa Morisca, Manel Calvo, ha remarcado que «Calvià es uno de los municipios más ricos en cuanto a patrimonio arqueológico. Hemos seleccionado 260 piezas para la exposición permanente, pero eso sólo es la punta del iceberg».
El parque recibe unos 70.000 visitantes al año, cifra que se espera incrementar una vez puesto a pleno rendimiento el museo, unja superficie de 1.500 metros cuadrados en dos plantas que ofrece espacios polivalentes para la exposición, la conservación, la docencia y eventos. El museo —con un coste de alrededor de 1,8 millones de euros financiado con fondos del Impuesto de Turismo Sostenible— se pondrá de largo con la exposición permanente y servirá como depósito y lugar de estudio de varios centenares de cajas de restos arqueológicos.