Proyecto de creación del Parc arqueológico del Puig de Sa Morisca
Localización y Accesos
El poblado talayótico está situado en las laderas del Puig de Sa Morisca y por toda su cima. Desde allí se tiene un gran dominio visual tanto de la plana de Santa Ponça como de la zona de Son Ferrer y el Toro. Desde el poblado se divisan la mayoría de los yacimientos de estas zonas y se convierten en un auténtico punto de referencia para todos ellos.
Descripción del yacimiento
Se trata de un asentamiento con una configuración bastante compleja que se refleja tanto en su evolución crono-cultural como en su distribución espacial.
A nivel cronológico se documenta, con diferente intensidad, una larga ocupación que iría probablemente desde el talayótico inicial, con seguridad a partir del siglo VI aC. hasta la época almohade, abandonándose definitivamente en 1229 con la conquista de la isla por el Rei Jaume I.
A nivel espacial se documenta la presencia de diferentes ámbitos distribuidos por todo el Puig de Sa Morisca, especialmente en su cima, en la vertiente este y norte y en el collado que se forma con la peña más baja que se localiza al lado del monte.
Los diferentes trabajos de prospección han permitido documentar estructuras arquitectónicas de características muy diversas (talayotes, torres, habitaciones, restos de murallas, cuevas y abrigos, etc.) que se distribuyen en tres grandes áreas:
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Área de la Acrópolis
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Abrigos rocosos localizados en la ladera oriental del Puig
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Elementos defensivos localizados en la ladera oriental del Puig
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Elementos defensivos y zona de hábitat localizadas en el collado.
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Peña con accesos protegidos.
Área de la Acrópolis
Esta zona está formada por la cima más alta del Puig de Sa Morisca y por sus laderas. A lo largo de toda esta área se distribuyen ámbitos funcionales diferentes con estructuras constructivas diversas
A.- En la parte más alta del puig se documenta una construcción circular, probablemente un talayote construido con técnica ciclópea, con unos bloques bien colocados en posición horizontal delimitando filas paralelas. El sector norte de la construcción es el que se conserva mejor, se observan cuatro filas de bloques, mientras que la parte este es la que ha sufrido una mayor degradación. Probablemente en esta zona se localizaría el portal de acceso.
El interior de la estructura ha sido reacondicionado en tiempos modernos, con la construcción de un muro de forma circular, de poca altura, que emmascara la primitiva construcción.
Desde esta zona se tiene un gran dominio visual de todo el territorio y de los yacimientos vecinos. Se controla toda la antigua albufera de Santa Ponça, la llanura que se extiende hacia el Puig de en Saragossa y toda la costa que va desde el Toro hasta la bahía..
B.- Por toda la llanura de la cima del Puig se observan abundantes restos de cerámicas y posibles restos de construcciones en muy mal estado de conservación. Es probable que en esta zona buena parte de los acondicionamientos fueran de madera o de materiales que no se han conservado.
Abrigos rocosos localizados en la ladera oriental del Puig
En la ladera oriental del Puig, donde se documentan los acantilados se localizan dos abrigos rocosos:
1.- El primer abrigo es rocoso, estrecho y muy alargado. Tiene una longitud de 16 m. y su anchura va desde los 2 m.en la zona más estrecha hasta los 4 m. en la más amplia. Este abrigo se cierra con un muro construido con técnica ciclópea, con grandes bloques de forma irregular sin llegar a configurar filas paralelas. En época moderna este muro sufrió modificaciones añadiéndoseles nuevas hileras que no tenían ninguna relación con las antiguas. El acceso al abrigo se hace mediante un portal de 70cm. de anchura.
2.- A pocos metros del anterior abrigo se localiza otro que presenta una planta de tipo triangular irregular. El muro de cierre está construido con la técnica de piedra en seco y probablemente es de una época posterior. El acceso al abrigo se hace a través de un portal de 50 cm. de anchura.
Elementos defensivos localizados en la ladera oriental del Puig
Toda la zona de la cima del puig está protegida con elementos defensivos que se localizan en las laderas de más fácil acceso, especialmente la ladera este y norte:
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Entre estos elementos defensivos podemos destacar la presencia de dos torres que se localizan en la ladera norte, justo encima de los acantilados. Son dos torres construidas con técnica ciclópea, con grandes bloques irregulares. Además de las funciones defensivas, estas torres parecen tener una clara función de control visual del territorio. Cada una de ellas parece dominar visualmente un territorio estratégico de gran amplitud como es la antigua zona de albufera de Santa Ponça y el Turó de Ses Abelles, la costa de mar que va desde la Caleta hasta el Toro o el pla y la antigua zona inundada del Salobrar de Magaluf.
Una de estas torres ha excavado en los últimos años y se ha podido documentar una clara ocupación del siglo IV a.C. -
A lo largo de las laderas este y norte se documentan restos de murallas localizadas de manera discontinua que cerraban el acceso a la cima por las zonas más accessibles. Las paredes de estas murallas están formadas por grandes bloques de piedra de formas irregulares. En algunas zonas estas murallas tienen más de dos metros de altura.
Elementos defensivos y zona de hábitat localizadas en el collado
El Puig de Sa Morisca está compuesto por dos collados, uno más alto y grande, donde se localizan la mayoría de restos arqueológicos y otro, mucho más bajo y pequeño. Entre ambos se forma una vaguada que delimita una zona relativamente plana. En esta zona se han documentado una gran cantidad de restos arquitectónicos y cerámicas. Dos son, a grandes rasgos, las zonas que se pueden diferenciar en esta área:
A.- En la zona más plana que se extiende hacia el este y el sur se localiza la que sería la zona de hábitat de este asentamiento. Se documentarían habitaciones de planta cuadrada, algunas de ellas adosadas con muros medianeros. La mayoría no presentan un buen estado de conservación
B.- En esta misma zona se localizan restos de un cerramiento amurallado con un portal de acceso. Este elemento defensivo protegía la zona de hábitat que se sitúa en la parte menos protegida y de más fácil acceso de todo el conjunto. En una época todavía no determinada, esta muralla pierde su función defensiva, ya que se documentan habitaciones que se construyen extramuros.
C.- Adosada a la peña rocosa se localiza otra torre, construida a base de grandes bloques irregulares de piedra. A partir de ella comienza otra muralla que dificulta el acceso por la ladera norte y que probablemente juntaba las dos colinas. En la actualidad nada más se puede identificar otro tramo alterado por la construcción de muros modernos. De todas maneras, a lo largo de la ladera se documentan abundantes restos de esta muralla que presuponen que la alzada no sería nunca inferior a 2 m. de altura.
Peña con accesos protegidos
Al lado del puig más alto se localiza otra segunda peña, más baja y rocosa pero con un perfil mucho más abrupto. El único acceso a la cima de esta peña es por la ladera sur. Como hemos visto anteriormente, en la base se adosó una torre circular que probablemente continuaba con la muralla.
En la actualidad no se documenta ningún elemento constructivo, probablemente la continua erosión de la peña, juntamente con la acción antrópica, han hecho desaparecer los restos existentes. De todas maneras se pueden identificar adobes que se han hecho en la roca madre como pueden ser retales, escalones para facilitar el acceso desde el interior del poblado, etc. También se pueden identificar hileras de piedras que habrían conformado los muros de un pasillo de acceso a la cima.
Desde esta cima se tiene un gran dominio visual sobre el conjunto de habitaciones del poblado y de gran parte del territorio de captaciones de recursos.
Caracteritzación crono-cultural
Se trata de un poblado que tiene una larga ocupación. El inicio se situaría probablemente durante el talayótico inicial, aunque los restos de cerámicas más antiguos datados con seguridad, se sitúan en el siglo VI aC. Con diferente intensidad esta ocupación dura hasta el siglo I dC. A partir de esta fecha el material cerámico disminuye, hecho que hace pensar en un abandono del hábitat, aunque se continúa frecuentando hasta el siglo II d.C. como demuestra la presencia de formas cerámicas de la época.
Posteriormente encontramos una nueva ocupación a la época islámica (fase almohade) que durará hasta la conquista de la isla por parte de la Corona de Aragón en 1229. Fruto esta fase cronocultural la zona adoptará su actual topónimo. La fase almohade supone la última ocupación del puig. Si tenemos en cuenta que el desembarco de las tropas catalanas se realizó en la bahía de Santa Ponça, fué probablemente el asentamiento del Puig de Sa Morisca el primero que sufrió las consecuencias de la conquista